Talleres llevaba dos partidos sin ganar fuera del Estadio Mario Kempes, quizá la última racha negativa que le tocaba cortar en el presente certamen, después de la maldita de las lesiones. Y lo logró ayer, en un escenario desconocido y cuyo campo de juego bien puede calificarse de impresentable para disputar un cotejo de un torneo ahora semiprofesional, como el Argentino A.
El estadio de Andes Talleres es engañoso, porque tiene capacidad para 8 mil personas y tribunas de cemento bien cuidadas, pero basta caminar su cancha y observar sus vestuarios para entender por qué es un reducto de campeonato de liga local y, en un futuro inmediato, de Torneo del Interior.
Piso duro, arenoso y algo pedregoso debajo de un césped ralo y seco, matas y un suelo irregular hacen imposible dar tres toques seguidos. Para los arqueros, cualquier pique puede ser una invitación al suicidio.
Por eso Talleres eligió esta vez, contra el estilo de juego que pregona su DT, jugar por arriba y, sobre todo, preparar a su equipo para una batalla, la de Maipú, aunque no se tratara de la histórica de 1818, en tiempos de la organización nacional.
Un triunfo “de 10”
Y de eso se trató. Consciente de que no sería un escenario adecuado para el juego más atildado de sus dirigidos, Talleres salió a pelear y luchar el partido, metiendo en cada sector de campo y apostando a aprovechar al máximo sus arribos ofensivos. La chance llegó a los 26 minutos del primer tiempo y no la desaprovechó, con ese golazo de tiro libre del reaparecido Agustín Díaz, que hizo que el de ayer se convirtiera en un triunfo “de 10”.
“Sabía que lo iba a meter porque el sábado habíamos estado practicando tiros libres en esta cancha y tres pasaron ahí del palo donde hoy se metió. Le dije a Mateo (Martinelli) que me tenía fe y que me lo dejara. Por suerte, entró”, dijo “el Tin”, que llevaba un año y un mes sin convertir un gol –el último se lo metió a Racing, el 18 de octubre del año pasado– y no había sido titular en lo que va del torneo.
“Cuando la vi entrar me emocioné mucho. Héctor (Arzubialde) me venía diciendo que hacía varias semanas que me merecía entrar y me aconsejó que si tenía una no la desaprovechara. Cumplí”, subrayó el enganche.
Y terminó siendo así. Un triunfo “de 10”, en una cancha “menos 10” y en un partido que se asemejó más una contienda que a un partido de fútbol. Pasó la batalla de Maipú, en la “Cancha Rayada” de Andes Talleres, de la histórica Mendoza, parafraseando otra batalla de los soldados patriotas de antaño. Nunca como ayer, con tanto sabor épico. Y al pie de la precordillera.
Talleres consiguió una victoria que enseña en Mendoza
Después de cuatro partidos sin ganar afuera de Córdoba, los albiazules vencieron a Deportivo Maipú 1-0 con un golazo de Agustín Díaz. La "T" sigue en la cima de la Zona 2 y extiende su ventaja a cinco unidades.
En un partido en el que el juego de las ausencias, en uno y otro equipo era tan importante en la previa como lo que podía suceder en la cancha, Talleres supo disimularlas mucho mejor que Maipú. Y a favor de un recambio que su rival no tuvo, el equipo cordobés logró un importantísimo triunfo en el desconocido escenario de Andes Talleres de Mendoza, que juega en la liga local mendocina.
Sin los suspendidos Fabio Pieters, Miguel Monay ni los lesionados Ignacio Anívole (reservado para el partido con Estudiantes de Río Cuarto, al sufrir una leve distensión de ligamentos en una rodilla) y Adrián Aranda, el entrenador Héctor Arzubialde tuvo que armar una nueva versión albiazul para poder alcanzar el ansiado objetivo de salir del Chateau y volver con los tres puntos.
El arranque del juego se mostró mejor Maipú: tuvo la iniciativa del partido, pero sin posibilidad de tener profundidad cuando se acercaba al arco de Federico Crivelli. Talleres aprovechó esa carencia y a través de la contra se fue acercando a Martín Ríos.
Así, a los 13 minutos el juez Flavio Márquez le anuló un gol de cabeza a Riaño por un supuesto fuera de juego, tras una asistencia de Agustín Díaz. La respuesta del equipo cruzado fue un minuto después, con un cabezazo de Lucas Gamba que sacó el propio Crivelli. En ese duelo con el volante rival, ganó el “1” ya que luego le sacó un mano a mano y, luego, un centro de gol.
Un rato después, Carlos Azcurra le hizo falta a Lisandro Sacripanti y el “10”, en una posición frontal, la colgó de un ángulo, con un tiro ejecutado con la cara interna de su botín derecho.
Después, Talleres controló el juego y se preparó para aprovechar la desesperación de Maipú. Se fue al descanso con un triunfo ajustado y sin haber tenido una amplia superioridad, una película que ya se había repetido en otros partidos en los que la “T” no se llevó nada, caso Sportivo Belgrano y Juventud Unida Universitario de San Luis.
4-4-2 por 3-4-1-2
En el complemento, Talleres le cedió peligrosamente la pelota a Maipú, que mostró una alarmante falta de generación de juego. Esto hizo que el equipo cordobés pasara una tarde tranquila, salvo en los últimos cinco minutos en los que cargó contra Crivelli, mediante centros que el “1” no tuvo problemas para controlar.
Después llegó el tiempo de mover las piezas y “Arzu” equilibró al equipo: del 3-4-1-2 al 4-4-2 con los ingresos de Guillermo Cosaro y Martín Seri. Riaño estuvo ahí del 2-0 con una apilada de tres jugadores y un tiro bombeado que se fue por poco.
Incidentes al final
Luego de terminado el partido, se produjeron algunas escenas de violencia en el estadio de Andes Talleres. Aparentemente, en su retirada, un simpatizante albiazul habría arrojado una piedra que impactó en un hincha de Maipú. Minutos después se produjeron corridas e incidentes entre la parcialidad local y la policía.
No fue lo único que ocurrió. Los hinchas de Maipú habrían sustraído elementos pertenecientes al club que les cedió el estadio para este partido. Un dirigente de la institución anfitriona adelantó que "la próxima vez, pensaremos dos veces para prestarles la cancha".
Síntesis
Deportivo Maipú: Martín Ríos; Juan Carlos Tissera, Carlos Azcurra y Jorge Labaké; Renzo Presti, Ramiro Vélez, Leandro Garciarena y Lucas Parisi; Fernando Cámara; Lucas Gamba y Víctor Soto. DT: Carlos Sperdutti.
Talleres: Federico Crivelli; Juan Aballay, Walter Ribonetto y Juan Pablo Rezzónico; Gabriel Ruiz, Emiliano Gianuzio, Nery Leyes y Mateo Martinelli; Agustín Díaz; Lisandro Sacripanti y Claudio Riaño. DT: H. Arzubialde.
Cambios: ST al comenzar, Barrientos por Cámara (DM); Martín Seri por Ruiz (T).
Amonestados: Díaz, Ruiz, Martinelli (T).
Gol: PT 26m, Agustín Díaz.
Cancha: Andes Talleres de Mendoza (local Maipú).
Árbitro: Flavio Márquez (Entre Ríos).
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